Las personas tenemos las formas más extrañas de conectar. 

Parece que conectar viene sólamente de las conversaciones que tenemos, de las ideas que compartimos, y de los ideales que expresamos que resuenan con otras personas, de manera que aquellos que comparten puntos de vista y opiniones comienzan a sentir conexiones pueden llegar a entablar una amistad, que luego podría convertirse en amor de amigos, o amor de pareja, o amor familiar. 

Pero, ¿qué pasa en nuestro cuerpo cuando convivimos con estas personas tan importantes para nosotras?

Se sabe que cuando estamos viendo una película con un ser querido a un lado, las dos respiraciones se unen en tiempo, haciendo que las dos inhalaciones y exhalaciones ocurran al mismo tiempo, pero, ¿sabías que nuestro corazón puede sincronizarse con nuestros seres queridos?

Existen experimentos realizados (según un artículo de National Geographic) con personas que confirman que al ver a un amigo o a un familiar en una situación tensa puede sincronizar el ritmo cardiaco de ambos corazones. Esto indica que nuestros cuerpos son capaces de manifestar conexión con otras personas de forma física. 

Un ejemplo de estos experimentos fue el que se realizó en San Pedro Manrique, un pueblo español. El estudio fue realizado por la maestra Ivana Konvalinka del Centro de Neurociencia Funcionalmente Integrativa de la Universidad de Aarhus, y en este, se colocó monitores cardiacos a 12 personas que caminarían sobre un camino de brazas, a 9 espectadores familiares o amigos de los caminantes, y a 17 espectadores sin relación con los caminantes sobre las brasas. 

En los resultados, se mostró cómo los familiares y amigos de los caminantes tuvieron un ritmo cardíaco similar, mientras que los espectadores que no conocían a los caminantes no presentaban ritmos parecidos. 

¡Increíble! ¿no lo crees?

Lo mismo puede pasar cuando duermes con tu pareja, pero con el sueño. En un artículo de El País, se habla sobre cómo las parejas que duermen juntas logran sincronizar su sueño, aumentando la fase REM en un 10% (dependiendo de la relación que lleven). Esto ayuda al sistema cognitivo, la memoria, la regulación de emociones, la creatividad, y la interacción social. 

En un estudio, se siguieron a 12 parejas por 10 noches seguidas, y se encontró un 75% de sintonía en sus gestos y forma de dormir. Mientras dormían en su sistema de descanso, se midieron variables como las ondas cerebrales, movimientos, respiración, tensión muscular, etc. 

Así que, ¿qué esperas tú para comenzar a dormir en un sistema de descanso que pueda aumentar ese 10% de mejora entre tu y tu pareja? 

Un sistema de descanso se compone de un colchón (inteligente o normal) y una base (aunque para los colchones inteligentes se requiere de una base capacitada para mover el colchón adecuadamente con motor), pero si sientes hundimientos o bolas en tu colchón, podría ser momento de obtener un nuevo sistema de descanso.

¿Cada cuánto debería cambiar mi sistema de descanso?

La duración promedio de un colchón puede ser de 8-12 años, pero la base depende de las condiciones del material. Se recomienda que si la base ya tiene mucho tiempo y está debilitada, (al igual que el colchón), que se obtenga un nuevo sistema de descanso junto con un nuevo colchón, para asegurar la mejor seguridad para tí y el mejor soporte para tu nuevo colchón. 

Así que si todo lo que necesitan tu y tu pareja para tener un mejor sueño es un nuevo sistema de descanso, ¡no esperes más para ir a buscarlo! tu mejor sueño puede comenzar mañana mismo, ¡ve a buscarlo!